sábado, 17 de enero de 2015

Los masajes de pies aportan efectos beneficiosos para el cuerpo y la mente ya que alivian tensiones y devuelven el relax y la vitalidad perdida.





¿Por qué se dan masajes en los pies?

Los masajes de pies se han practicado durante cientos de años como una forma natural de aliviar la presión y el dolor en los mismos.
Es importante cuidar los pies con regularidad, no solamente para reducir la posibilidad de un problema que pueda limitar la movilidad, sino también porque los pies están conectados por los canales de energía con todos los órganos del cuerpo.
Las técnicas de reflexología (masaje de los puntos de energía del pie) se basan en esta noción. Así, cuando los pies están cansados, también lo están la mente y el cuerpo.

Puntos reflejos

Los pies tienen la particularidad de ser muy resistentes y sensibles, y también delicados a la vez. En la planta del pie se concentran numerosas terminaciones nerviosas y, se ha demostrado que con los  masajes en los pies se experimenta una agradable sensación de relajamiento y bienestar general.
El masaje relaja, tonifica los músculos y estimula las glándulas de la dermis para que produzcan hormonas, entre ellas la serotonina, la cual calma la mente y las emociones.
También promueve el drenaje del sistema linfático, el cual funciona como filtro para el plasma sanguíneo y desempeña un papel preponderante en la inmunidad. Además, el masaje es vital para la salud porque trabaja los músculos y drena los ganglios linfáticos.

Indicaciones más habituales de los masajes de pies

  • Alteraciones del aparato locomotor: molestias musculares, sensación de hinchazón y pesadez de piernas.
  • Alteraciones del sistema nervioso: nerviosismo, insomnio, estrés.
  • Alteraciones del sistema circulatorio: deficiente circulación de retorno venosa y /o linfática, hinchazón de pies, sobrecarga, etc.
  • Alteraciones del aparato digestivo: las técnicas de masaje mejoran notablemente su funcionamiento.
  • Alteraciones diversas
    • Piel: estimula la circulación y favorece la oxigenación de los tejidos y, mejora su aspecto general.
    • Dolor crónico: ocasionado por patologías en la bóveda plantar (pie plano, cavo, etc.)
    • Talalgias y metatarsalgias: dolor en el talón, en el empeine y en la zona media del pie.
    • Alteraciones de ligamentos, tendones y músculos del pie.
    • Rehabilitación del pie postcirugía.
    • Alteraciones del pie en los deportistas.

Precauciones

En determinadas situaciones los masajistas no pueden aplicar sus técnicas, y se recomienda consultar con un especialista médico para que realice un estudio de la dolencia y establezca el diagnóstico y tratamiento adecuado. Hay que tener especial precaución con:
  • Trastornos circulatorios como linfagitis, flebitis y tromboflebitis.
  • Alteraciones hemorrágicas.
  • Cardiopatías.
  • Procesos tumorales y cáncer.
  • Infecciosas de la piel.
  • Traumatismos y fracturas óseas.
  • Roturas musculares (fibras) y tendinosas.
  • Reumatismo.
  • Quemaduras.
  • Estados febriles.

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